miércoles, 31 de octubre de 2012

Adictos a la escritura: Proyecto Octubre : Los dos mundos


Los colores del universo
Uno de los momentos de mayor importancia en la vida de una mujer en esta comunidad es; la iniciación como  wicca y resulta más complicado cuando se espera mucho de la joven como en el caso de Melinda, que pertenece al clan de las wiccas de las tierras altas las cuales son famosas por sus dotes específicos en el discernimiento de espíritus, mandato de elementos naturales y desdoblamiento independiente. Este rito se llevaba a cabo en la noche de todos los santos cuando se abría el umbral para el libre acceso de los espíritus al mundo de los vivos.

–¡Melinda!  Deja de soñar despierta y ve a buscar las plantas que te encomendé.
Si, madre ya voy solo estaba mirando el cenit.
–Bueno señorita, pero no olvides que hoy es tu iniciación y no se te puede cruzar ni de lejos la idea de escaparte a esa cerro tan alejado.
¡Está bien!, pero procura que esta vez no sea tan larga la ceremonia, pues detesto percibir lo que las brujas ancianas sienten por mí.
–Cariño, ellas saben que tu serás la próxima líder del aquelarre por eso quieren que seas la mejor en todo.
–Pues quisiera que solo dejen de pensar que soy perfecta, tan solo tengo trece años.
Lo que Yale, la madre, de Melinda ignoraba es que la muchacha tenía un amor escondido, un druida del clan de los servidores del dios del sueño y de la muerte, que curiosamente era dos años mayor que la niña pero más pequeño en estatura quien contaba con un talento muy particular, provocar diferentes intenciones en la mente de los seres humanos.
Ya estaba listo el altar con las flores blancas para la pureza de la joven, infusiones de plantas endémicas para restaurar la libertad de la sangre en el cuerpo, rocas esféricas que rodeaban a la Matriarca y las novatas, finalmente las cuatro antorchas que iluminaban los cuatro puntos cardinales.
Pero Melinda brillaba por su ausencia, pues para ella solo era un ritual más, que tan solo servía  para  controlar a la gente bajo un régimen absoluto de trucos y mentiras.
–Muchachita, ya es hora, falta pocos tiempo para que la luna nos alumbre directamente y tú no estás ni bendecida por la diosa de la tierra, ni vestida con la túnica negra.
–Madre, todo va salir bien como siempre, además si es la voluntad de la “diosa” ella no le va importar mi atuendo sino mi corazón y mi talento.
Yale, sonrió disimuladamente ante la respuesta de su hija y sintió un escalofrió en la espalda cuando levanto su mano para pedir permiso a los cuatros vientos para comenzar con la ceremonia.
Todo se desenvolvía con normalidad pero desde el árbol del Saheim  que estaba detrás del altar alguien observa atentamente cada paso de la iniciación de Melinda, era Draco su joven enamorado que no podía evitar sentirse emocionado de que su chica ya estaba próxima a cumplir con su legado por esta razón él no sintió que muy cerca de allí había un gato salvaje que avanzo sigilosamente hasta que con un solo golpe logro derrumbar al chico dejándolo inconsciente y provocándole una muerte prematura.
Yale, dijo:
Desde ahora ya no serás conocida como Melinda, sino te llamaras Iris la portadora de los colores del universo, capaz de entender e interpretar los que dicen los animales, plantas y principalmente  los espíritus blancos.
Arranco la celebración en honor de la iniciada, que se sentía deslumbrada por la música y la comida que era abundante. Todo el mundo bailaba, felicitaba a Iris pero ella sentía que alguien faltaba ahí.
Llego la hora en que los espíritus visitaban a los vivos justo en el momento de la oscuridad más densa de la noche, cuando la niña se sentó al lado del río para tener una visión panorámica de lo que ocurría, sintió de repente que alguien rosaba su corona de flores blancas que llevaba en la cabeza volvió la mirada se levantó de un salto para abrazar a Draco quien solo le dijo:
–Iris, portadora del espectro de los colores del universo tú siempre serás mi amor primero, mi eterno consuelo y la única persona que jamás indague en su mente.
La beso suavemente en la frente y desapareció al instante.
La chica cerro los ojos y susurro; ahora ya creo en todo esto de la magia y esperare por ti cada treinta y uno de octubre hasta que el dueño del universo me permita abrazarte de nuevo.




6 comentarios:

  1. ¡Hola Brie! Tu relato es muy triste, el final me dejo con ganas de más lo confieso, pero creo que supiste manejar la trama con mucho sentimiento. ¡Un abrazo!

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  2. Hola Maria O.D., creo que eventualmente este relato serà parte de un proyecto mas grande.
    Gracias por tu comentario :)

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  3. Brie: Me parece un relato muy conmovedor y bastante trágico. Mi deseo porque las chicas de la edad de Melinda, no tengan que sufrir así por su primer amor.
    Cariños: Doña Ku

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  4. Me ha encantado tu relato, original y muy bien redactado. A partir de ahora tienes una seguidora más. Slaudos

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  5. Buen relato, tan solo decirte que para mi gusto falta algo de énfasis en los párrafos finales, a riesgo de que tu deseo sea plasmar a una Melinda fría y racional.

    Besos.

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  6. Aww lo malo de el límite de dos cuartillas es precisamente este, se me hizo muy súbito el final, asi como la muerte del druida :(
    Fuera de eso, me gustó tu relato, que trágico con aquellos amores que terminan antes de poder comenzar, es triste.
    Una cosa mía, me hubiera gustado más detalle o contenido en la muerte del druida (si, me traume y me lo imagine a colores y cais 3D jajajaja)
    Gracias por compartirnos tu relato :)
    ¡Un abrazo!

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